Sort viaja a conocer a su familia

Sort experimentó todo lo malo que un ser vivo puede experimentar: casi dos años viviendo solo en una casa abandonada ( iban una vez a la semana a darle de comer y beber); un problemilla de columna que no le origina dolor y sí un andar muy peculiar… pues sus primeros ángeles de la guarda, que curiosamente también lo han acompañado en el aeropuerto, Paula y Carlos, una excepcional veterinaria, nuestra querida Miriam, una casa de acogida que ha sido un auténtico milagro para Sort, unos padrinos de vuelo simpáticos y empáticos a rabiar, la increíble y generosa Antonia.. y Holanda, una extraordinaria Familia decidida a adoptar a este personajillo que es nuestro entrañable Sort…
A todos, millones es de gracias