Es increíble lo que una buena Familia puede hacer por un perro. Es el caso de Roma. Llegó aterrada, estuvo dos semanas sin moverse de un rincón de su jaula, tardó semanas en dejarse siquiera tocar por un ser humano. Pero así como hay seres humanos que hieren y lastiman, otros tienen manos curadoras. Y ha sido el caso de la Familia de Roma.
Estamos profundamente emocionadas de verte tan feliz, Roma. Mil gracias, Familia, de corazón.