Un año más, muchos animales se convertirán en regalos de Navidad y Reyes.
Se trata de una práctica que, aunque nazca de una buena intención, no deja de ser un acto tremendamente irresponsable ya que puede conllevar al abandono de muchos de ellos. Aproximadamente entre el 20 y 30% de las mascotas regaladas en Navidad y Reyes acaban abandonadas antes de junio.
Hacemos un llamamiento a todas las personas que están pensando en regalar una mascota: les invitamos a realizar una reflexión profunda: Una mascota no es un obsequio, es un ser vivo y conlleva responsabilidades, gastos y compromisos.
Es verdad que tener un perro o un gato es el deseo de muchos niños y niñas. De hecho, más de un 80% de los más pequeños ha pedido alguna vez un animal de compañía como regalo en la carta a los Reyes, a Papá Noel o en algún otro momento del año.
Pero:
- Regalar seres vivos los cosifica. Además, hacerlo por Navidad o Reyes, en el mismo momento en que se regalan juguetes, envía un mensaje contradictorio a los niños a los que les decimos que los animales no son un juguete.
- Quien recibe el animal, no ha podido hacer la reflexión previa, es decir, a quien tendrá que responsabilizarse del perro o gato, y eso comporta riesgos. Uno de los principales problemas puede ser que el vínculo con el perro o el gato puede ser menos sólido cuando se trata de un regalo, que en muchas ocasiones, es inesperado, que si es una decisión propia y meditada.
- Toda la familia tiene que estar de acuerdo con la llegada de la mascota. Un perro o un gato es un miembro más de la familia y, por lo tanto, la decisión tiene que ser consensuada. Eso exige hablarlo, discutirlo, repartir responsabilidades y asumir el compromiso entre todos.
- La mejor opción es buscarlo juntos. Hacer en familia el proceso de encontrar al animal que encaja con nosotros puede ser más gratificante y lleno de aprendizajes que la sorpresa de un único día, ya que la magia del primer descubrimiento es la clave para tener éxito. Adoptar a un animal en una protectora es una oportunidad para transmitir a nuestros hijos valores como la solidaridad, ayuda, empatía, compasión y paciencia.
- La mascota no tendría que ser para solo un miembro de la familia. Muchas veces se plantea la llegada de un animal como un regalo específicamente para los hijos, como un elemento más del mundo del niño, cuando se tendría que pensar que un animal es para toda la familia. Creer que un perro o un gato es solamente para los niños o las niñas puede generar problemas en un futuro, ya que la convivencia y la responsabilidad de cuidarlo tienen que afectar a todos los miembros de esta familia.
¡Adopta con responsabilidad!