Agradecemos a Jouke y a su familia lo que han hecho por Tula. Su hogar de acogida se convirtió en su familia definitiva.
Mucha fuerza y a seguir recordando todos los bellos momentos.
Tula murió el sábado de insuficiencia cardíaca grave (degeneración valvular mixomatosa). Era la perramás divertida del mundo. Llegó en acogida mientras encontraba su hogar permanente, y aunque le hallaron una familia adoptiva, regresó después de unos días porque no se llevaba bien con el perro de la familia. Al final decidimos que sería la cuarta perra de nuestra familia. Y no nos hemos arrepentido ni por un momento. ¡Qué dulce perra, traviesa y feliz!
Todavía era joven mentalmente, pero su cuerpo no aguantó más. La echamos de menos inmensamente.