Esta semana nuestros queridÃsimos Paula y Carlos han tenido que despedir a Duna. Esta perdida se suma a la de Moka que padecieron hace unos meses.
Ambas eran increÃbles, buenas, nobles, listas, cariñosas y muy inteligentes. Ayudaron a muchos perros que llegaban a su casa en acogida con mochilas pesadas cargadas de una vida de maltrato. Ellas fueron unas maestras excepcionales.
Fueron muy queridas, cuidadas, mimadas, achuchadas…
No hay palabras de consuelo para describir el vacÃo que dejan. Si hay un Cielo podemos decir que las puertas se abrieron de par en par para para ellas.
Y si existe un más allá nos encontraremos.
Un abrazo enorme para su extraordinaria Familia. Os queremos mucho.