Son muchos los perros que cada año son adoptados por buenas familias, cuyas bondadosas acciones nos hacen creer más aún en la labor que llevamos a cabo desde Perros Sin Fronteras.
A la Familia de Groucho no le importó que padeciera Filaria y allí ha estado, al pie del cañón, prestándole los cuidados necesarios para su curación y siguiendo todas las pautas veterinarias prescritas, sin escatimar esfuerzos.
Hoy podemos decir que este dulce fronterito ha sido oficialmente adoptado por esa bonita Familia.
¡Qué alegría!¡Felicidades! Gracias por darle esa oportunidad.