Esta señorita, con las orejitas tan bonitas, viene a contarnos que está muy, muy contenta. Le han dicho que ya tiene un hogar en el que la van a cuidar y querer… Que ya puede ir olvidándose de su triste pasado.
Tirma.. ¡qué contenta se te ve con tu familia!
¡Sed muy felices!. Muchas gracias por adoptar generosamente y con el corazón a esta podenquita, raza tan maltratada injustamente.